Vivimos un tiempo de
incertidumbre moral. Los descubrimientos científicos y sus consecuencias tienen
cierta responsabilidad por ese estado en que nos encontramos. Hace cien años,
Wilhelm von Röntgen descubrió los rayos X, uno de los primeros aportes de la
tecnología a la medicina del siglo XX. Un año después, casi todos los buenos
hospitales europeos tenían aparatos de rayos X. Desde entonces y hasta la
aparición en el mercado del comprimido llamado 846 -también producto de la
investigación científica-, que provoca el aborto casi sin otras consecuencias,
han sucedido muchas cosas. La manipulación del átomo permitió construir
centrales para generar energía, pero también dio lugar a bombas de inédito
poder destructivo y multiplicó los riesgos de la radiación; la manipulación del
genoma abrió la posibilidad de la terapia génica, pero también de crear
monstruos; y la manipulación de células llevó a la fecundación in vitro. Estas
novedades han alterado la conducta humana y los criterios según los cuales se
juzgaba que las cosas eran buenas o malas.
Los conflictos morales
vinculados con la ciencia no son nuevos. En Sicilia, en el siglo V antes de
Cristo, los pitagóricos descubrieron que la hipotenusa de un triángulo
rectángulo isósceles no es medible por el cateto. El hallazgo les pareció
irracional -los números relacionados con esa operación se llaman, todavía,
irracionales- y lo mantuvieron oculto todo lo que pudieron, por el temor a las
consecuencias perniciosas de hacer saber que el mundo no es racional. También
hubo problemas morales relacionados, por ejemplo, con la realización de
autopsias humanas, que se practicaban en Alejandría, alrededor de doscientos
años antes de Cristo, pero después se prohibieron. Galeno no pudo hacerlas y su
anatomía era la del cerdo y el mono trasladadas al hombre.
Vivimos en un mundo de cosas
relativas, y el concepto de la ética se va adecuando a los distintos eventos
científicos.
El investigador científico
debe de abordar una serie de funciones, como: el acceso al escenario, las
estrategias de entrada, el contacto con las fuentes de información, la
presentación de la propia investigación, la identificación de los informantes
clave, la adopción de un rol, el grado de participación y el abandono del
escenario de investigación. Todas estas funciones deben estar provistas de
rigurosas implicaciones éticas.
Las principales implicancias
a este respecto tienen que ver con lo que se llama el consentimiento informado.
Esto significa que los sujetos de investigación tienen derecho a ser informados
de las diversas implicancias a los que tuvieran participación. Otra cuestión a
abordar será la privacidad y la confidencialidad, sobretodo, la que asegure la
seguridad y protección de la identidad de los participantes. Y, finalmente, las
implicancias relacionadas con la estancia en el campo de investigación,
sobretodo, el acceso a la información y a las personas que faciliten y
garanticen esta estancia.
Ahora revisemos quiénes son
los que abordarán estas cuestiones éticas en el proceso de investigación. Ellos
serán los investigadores, la comunidad científica, las personas que usan los
resultados y la sociedad en general.
El docente que ejerza una
función adicional de investigador científico tendrá que actuar de forma que
jamás vaya en perjuicio de los estudiantes y sin desmedro de una funciòn frente
a la otra.
El investigador científico
jamás tratará de servirse de la gente sujeto de investigación, sino establecerá
comunicación con ellos, con la retroalimentación pertinente.
Otra cuestión ética a
abordar tiene relación con la validez de los datos. Cuán generalizables éstos
sean o particularizables y específicos, dependerá del momento que al
investigador de interese privilegiar y el tema a investigar. Unos resultados
obtenidos de una investigación cuantitativa, por ende generalizables pueden no
ser de utilidad para determinados grupos, en su aplicación. Así mismo, unos
resultados particulares obtenidos en base a una investigación cualitativa
podrían no ser de ninguna utilidad si se generalizasen para diversidad de
contextos.
LIMITES ÉTICOS DE LA INVESTIGACIÓN
Los concepto que debería
formar parte de este punto son en extremo extensos. También lo son elusivos.
Tienen que ver simultáneamente con la sociedad, la cultura, la civilización, la
filosofía, la ética, la moral, la religión y la ciencia obviamente. Todo a la
vez. En sí, se podría decir que este tema resume en casi todo lo que es el
drama del hombre actual, su historia, su evolución y su futuro.
Como es lógico suponer,
nuestra intención es entresacar de dentro de ese conglomerado de estudios,
algunos ejemplos que sirvan para representar la esencia del problema, y ubicar
al investigador dentro de su campo de responsabilidad social.
Max Born, científico alemán
de destacadísima posición después de la segunda guerra mundial, decía que el
condenaba el crimen de la bomba atómica, porque simplemente fue un crimen, pero
que no podía llamar criminales a los científicos que la hicieron posible.
Dentro del drama se preguntaba si la criatura llamada átomo, que dio lugar a la
creación de ese artefacto y la consecuente destrucción de Hiroshima y Nagasaki,
no pudo haber sido previsto que crecería por encima de nuestras cabezas y se
convertiría en amenaza a nuestra propia
existencia. Pero simultáneamente reconocía que el potencial de esa
tecnología utilizada de otra forma, por ejemplo en medicina podría constituir
una bendición para la humanidad y por lo tanto tenía que seguir siendo
desarrollada.
Actualmente el líder de la
iglesia católica, el Papa Juan Pablo II, se ha revelado contra la ingeniería
genética. Esta ciencia nos promete poder cambiar todos los "sagrados"
designios sobre la vida y la muerte de los humanos, en toda especie viva y más
adelante en las ya extintas. Cincuenta años más tarde se reproduce de igual
manera el drama con el descubrimiento en Alemania de la tecnología que permitía
fisionar el átomo. Todo dependerá de uso que los no científicos, los líderes
políticos, sociales y religiosos hagan de estos conocimientos.
El
campo de la ética.
La ética se refiere a la
conducta que el hombre asume frente a las normas que impone la sociedad, entre
ellas las de carácter moral. Se deriva de la palabra griega ethos, que se
entiende por "carácter" o "modo de ser". Visto así el
término, no indicaría que mientras el individuo que hace ciencia se mantiene
dentro de los límites, que en términos legales y morales establece la sociedad,
su trabajo científico, sin importar sobre que área del conocimiento se está
llevando a cabo, es perfectamente ético. El científico debe tener, al igual que
cualquier otro ciudadano la suficiente templanza para someterse a la autoridad
del gobierno de la sociedad. Es justo no interferir con el trabajo del
científico mientras éste no afecte el resto de la sociedad. No puede el
científico pensar en el bien para hacer ciencia, porque el concepto no
pertenece al campo de la ciencia. El científico produce conocimientos que pone
luego en manos de la sociedad que supuestamente posee gobiernos justos y
sabios.
Conflicto
entre ciencia y sociedad.
La actividad del científico
está dirigida al proceso de obtención de nuevos conocimientos, bien por la vía
de los descubrimientos o por la vía de la inferencia teórica. El aspecto
relativo a la aplicación de estos conocimientos no siempre es necesario
considerarlo como importante.
Al científico le interesa
responderse preguntas y no tanto que hacer con la respuesta. Newton se preguntó
en el siglo XVII qué es la luz, trabajó intensamente en ello y no fue hasta el
siglo XX, con la aparición de la teoría cuántica, cuando en realidad se
consiguió la respuesta acerca de su naturaleza. Pero su aplicación se debió más
a la curiosidad de un científico como lo fue Tomás Alba Edison, que creó la
bombilla eléctrica y alteró la oscuridad de las noches, acabó con los fantasmas
y cambió para siempre las costumbres.
En cambio, las sociedades,
sobre todo las occidentales, aún reconociendo la importancia que reviste la
obtención de nuevos conocimientos, por su parte tratan de mantener sus
costumbres asentadas en normas y principio filosóficos, éticos, morales y
religiosos a los que considera como factores fundamentales para el
mantenimiento del orden social.
Kinsley Davis, en su obra La
sociedad humana lo dice. "la sociedad humana es única porque depende de la
cultura" Finalmente, se trata de un
equilibrio muy precario que se trata de mantener dentro de la dinámica del
cambio que experimenta, tanto el soporte cultural de la sociedad como producto
de la llegada de nuevos conocimientos, y los cambios en la ciencia que estos
mismos cambios sociales producen y los afectan.
Importancia
La ciencia es una actividad
de carácter social que cada vez toma mayor importancia, porque está marcando
las más notables diferencias entre las naciones de nuestro
planeta.
Esta evolución ha ido
acelerándose exponencialmente desde los maravillosos inventos de Leonardo Da Vinci, siglo XV hasta
nuestros días, en los cuales, hemos comenzado a poner los primero peldaños de
la escalera que nos llevará a crear nuevas civilizaciones en otros planetas.
Los choques de la ciencia
producidos por la irrupción de descubrimientos con las costumbres de los
pueblos, les altera la inercia que caracteriza a los hábitos y tradiciones de vida de los pueblos que
cambian con mayor lentitud.
Dependiendo de cuan fuerte
sea este impacto, los cambios son más rápidos y profundos en el epicentro donde
éstos se producen y más lentos, lógicamente, en la periferia donde su onda
expansiva tarda más en llegar.
La ciencia es un sistema
dinámico pero no determinístico, con
esto queremos decir, que no podemos calcular con exactitud en que posición
precisa dentro de las coordenadas tempo-espaciales nos encontraremos en términos
evolutivos en un momento futuro, y además, que la relación que se establece
entre la ciencia y la sociedad es
recíproca, alterándose sus resultados en función de los cambios que se producen
dentro de los elementos que constituyen el sistema, igual a como sucede con el
clima. La ciencia altera a la sociedad y esta luego altera el curso de la
ciencia, de esta manera se reproduce el ciclo infinitamente.
El descubrimiento y manejo
de la energía que se produce como resultado de la concentración del vapor, dio
origen a la revolución industrial en la inglaterra del siglo XVII, cambió la
relaciones sociales de producción y dio origen al sistema capitalista.
La comprensión de esta
energía (muy ineficiente), sin embargo, dio lugar a que apareciera la
locomotora, motor de los ferrocarriles.
Algunas naciones como Rusia
a principios del siglo XX, calcularon que si utilizaban este invento para unir
al país, vaciar las ciudades súper congestionadas y repoblar zonas deshabitadas
podrían reducir las tensiones sociales que amenazaba la monarquía, el resultado
fue lo contrario, la revolución fue la que utilizó este medio y derrocó a la
monarquía.
Gahndí consideraba a los
ferrocarriles que los ingleses construían a todo lo largo de la India como
amenazas a las costumbre y propugnaba por mantener los sistemas de caminos
tradicionales. De no haber sido muerto 6 meses después de tomar las riendas del
gobierno de su país, probablemente esta oposición a los ferrocarriles habría
cambiado la historia que hay conocemos de esa nación.
¿Hacia
dónde vamos?
El imperio de la técnica
sobre la sociedad humana y su piso, la
cultura, aumentará cada vez más. Los países industrializados con tecnología
actualizada dependen para conservar y aumentar los altos estándares de vida, de la producción de
nuevos conocimientos, su rápida aplicación y además, crear las condiciones
socio económicas para que se manifieste el consumo de los bienes y servicios
producidos.
Dentro de ese ciclo se
regenera y aumentan los fondos
requeridos para producir más conocimientos. Este ciclo se reproduce
indefinidamente. Por eso se dice, que vivimos la era del conocimiento, porque
nunca antes había sido tan clara la relación de dependencia entre conocimiento
humano y progreso social.
En este tipo de país con
industrialización moderna, la aparición continua de nuevas tecnologías que
alteran las relaciones de producción provocan un reacomodo en todo el resto de
los sistemas, sobre todo en el cultural. Veamos un ejemplo. La robótica,
síntesis de la cibernética-mecánica, ha provocado la desaparición de millares
de puesto de ensambladores en fábricas de producción continua como es, por
ejemplo, la automotriz, parte de este personal debe trasladarse a otras áreas
de trabajo, algunos quedan desempleados y no logran reinsertarse, pero a su
vez, la industria que fabrica los robots, está demandando nuevo personal más
calificado que el que han desechado las ensambladoras usuarias de esta tecnología.
Los países altamente industrializado han logrado
mantener un balance cercano a cero con períodos breves de desajuste. A
principios del siglo XXI, el desempleo en USA, alcanzaba 4%, cifra esta
considerada como representativa de un nivel de pleno empleo.
En cambio, en los países
subdesarrollados en términos científico tecnológico, o subcientíficos como
también se suele llamarles, la incorporación de modernas tecnologías foráneas
para garantizar la competitividad en el mercado es devastador. Genera desempleo
con su secuela de problemas sociales. Más no es posible que las empresas no se
modernicen y pretendan seguir viviendo indefinidamente, la alternativa es la
misma para todo el mundo, reconocer en que área existen ventajas comparativas y
abocares a desarrollar la vida social en torno al máximo desarrollo de estas
actividades.
IMPLICACIONES ÉTICAS EN EL DESARROLLO DE LA TECNOLOGÍA
Introducción: ética y moral
como núcleo de la relación ciencia-tecnología
Mucho tiempo ha transcurrido
desde la época en que se pensaba dicotómicamente que la ciencia y la tecnología
eran neutras y que sólo la política, la economía, o la ética tenían que ver con
los asuntos relacionados con los valores. Asistimos a una etapa de pensamiento
humano, que ha hecho una severa crítica a la ciencia y a la tecnología y sus
pretensiones ingenuas de objetividad.
En este escenario
enfrentamos un mundo en el que se esfuman viejas realidades, y las
modificaciones que se están produciendo no son ya, principalmente, de orden
físico o material. Estas tienen serias implicaciones en la definición de los
valores que van a participar en darle una orientación digna a la conducta
humana. El hecho es que estamos en una época histórica, en que cada vez más se
concientiza la relación ética, ciencia y tecnología. Para el establecimiento de
esta relación se tiene como núcleo central la ética como concepto, entendida en
su más amplia acepción como la disciplina encargada de estudiar la valoración
moral de los actos humanos, o el modo de explicar las condiciones de una
convivencia justa. Según este planteamiento la ética es un instrumento de
orientación de los seres humanos, que permite seleccionar los causes que se
corresponden con la dignidad humana. Del concepto planteado se deduce que la
moral es el eje alrededor del cual se mueve la ética. Cuya función es la de
preservar la sociedad, de manera que los actos humanos se desarrollen de forma
positiva para esta. Siendo así, se podría argumentar que la moral, es cultura
en tanto influye en el comportamiento positivo de las personas.
En este sentido se podría
plantear que la moral tiene como base, principios, normas, valores, cualidades
e ideales que guían al hombre sobre la forma de comportarse para desarrollar
una vida honesta. Es decir, la moral es el movimiento progresivo hacia un
determinado modelo de comportamiento, tiene como función el perfeccionamiento
de la conducta de los seres humanos.
A partir de los aspectos
anteriormente esbozados el objetivo de esta presentación consiste en delinear
las bases sobre las que se fundamenta la relación, ética, ciencia y tecnología,
de manera que ello permita reflexionar ante las profundas implicaciones
sociales que podría tener el inadecuado empleo de la informática.
Se parte de la idea que en
el campo de la informática está naciendo un tipo específico de ética, que no se
reduce a la simple delineación de las reglas de conducta, sino por el
contrario, supone la indagación acerca de los modificaciones reales que se
están produciendo en las relaciones morales, referidas a la decadencia de
viejos razonamientos morales y nacimiento de otros nuevos que definen los
comportamientos objetivos que se derivan del desarrollo de la informática.
¿Qué plantea el debate en la
relación ética, ciencia y tecnología? El debate actual acerca de la relación
ética, ciencia y tecnología, parte del supuesto de que la ética está por
encima, y es la que tiene que guiar a la ciencia y a la tecnología en su
capacidad de servir al desarrollo del hombre. Se reconoce que la ciencia y el
desarrollo tecnológico brindan los medios y el conocimiento para construir
grandes sistemas informáticos, pero es la ética la que juzgará si es legítimo o
no el aplicarlos o desarticularlos. El efecto es que la ciencia y la tecnología
no son neutras ni en los usos que se le pueda dar, ni en los medios que utiliza
para alcanzar sus fines, que es el conocimiento. En este marco es importante
reflexionar ante el rol de las Ciencias Informáticas, las cuales, tienen como
base construir realidades de interacción social según su carácter
socio-clasista. Sin embargo, en su posibilidad de actuar también está presente
la posibilidad de presentar o construir esa realidad deformando los sentidos de
acuerdo a lo que le interese al individuo. Por lo que el riesgo de manipular la
realidad en función de la naturaleza valorativa de los intereses del ser
humano, es un hecho que aguarda permanentemente cualquier área del saber y del
ejercicio humano en el escenario de la informática. Según esto se podría hacer
la siguiente pregunta: ¿Son los conocimientos y avances científico-tecnológicos
vinculados a la informática, como tales la fuente de este tipo de amenazas? ¿O
es su utilización por otros hombres, por los medios del poder político y
económico?
Ateniéndose a las realidades
actuales del mundo, la respuesta puede resultar obvia. De hecho, una enorme
parte de la población mundial no esta amenazada por los avances
científico-tecnológicos de la informática, sino precisamente por su falta de
acceso a ellos, proliferando una enorme brecha digital. Las tensiones sociales
que genera esta falta de equidad implican un peligro tan grave para el
entramado social que ya no es posible continuar soslayándolo.
Necesidad de clarificar los
dilemas éticos Las bases sobre las que avanza el empleo de la informática en el
mundo actual hace más necesaria la clarificación de los dilemas éticos que
presenta la acción humana en este contexto. Según los analistas del siglo XXI
será probablemente el siglo de la ética. Ello está determinado por múltiples
factores. El fundamental el avance de la informática y sus implicaciones
sociales. En este ámbito los avances de la nanotecnología, especialmente de la
bio-informática, introducen en la conducta del hombre capacidades insospechadas
de manipulación de la naturaleza biológica y humana que hasta ahora no eran
posibles. Si hasta el momento la evolución de las especies se producía por mecanismos
más o menos naturales, ahora el hombre es capaz de romper esas barreras e
intervenir en las mismas leyes que gobiernan la evolución. Según esto es
razonable pensar en varias preguntas problémicas antes de actuar: ¿Vale la pena
preguntar cual debe ser el límite adecuado para esta intervención? ¿Es posible
identificarse solo con la idea de que el valor absoluto y por encima de todo es
el avance del conocimiento por sí mismo? ¿Sería bueno pensar que el
conocimiento se convierta en un fin en sí mismo, y ponga en riesgo otro valor
-que es mucho más importante, la convivencia armónica entre los seres humanos?
Durante el siglo XIX se quedaban en el marco prácticamente “teórico” ciertos
problemas éticos provocados por el avance de la ciencia y de la tecnología. En
la actualidad la connotación social de estos hace que afloren fuertes
preocupaciones. En este marco resalta la crisis ecológica que vive el mundo.
Revalorizar la ética en el marco del desarrollo de la informática. Para el caso
que ocupa este trabajo relacionado con la reflexión ética frente a los dilemas
de la informática, se podrían plantear varias cosas que pudieran hacer pensar
en la importancia de revalorizar la ética en el marco del desarrollo de la
informática. Primero, la informática ha llegado a ser el centro y la base de
todas las operaciones importantes de las sociedades más desarrolladas.
Prácticamente no es posible ubicar estas sociedades sin las redes de
ordenadores. La mayoría de las operaciones industriales, comerciales,
militares, así como servicios tales como transportes, de salud, educación o de
investigación, se pararían en seco y dejarían de funcionar sin el apoyo que
reciben de los medios informáticos. Segundo, la informática es ciertamente la
tecnología más importante que aparece en el siglo XX, revolucionando modos de
pensar y ser de sociedades y personas. Lo que hoy se conoce como Tecnologías de
la Información y las Comunicaciones, podrían llegar a tener con el tiempo, un
impacto social igual o incluso superior al que se le ha otorgado a la
Revolución Industrial. Tercero, la informática imprime múltiples
potencialidades entre ellas, la posibilidad de manejar fácilmente grandes
cantidades de información, la comunicación prácticamente instantánea con
cualquier parte del mundo a través del Fax o el correo electrónico (e-mail), la
televisión interactiva, la educación primaria y secundaria apoyada por
ordenador, la implantación cada vez más frecuente de sistemas inteligentes para
controlar diversos automatismos en nuestra vida corriente.
Ética, (del griego h J s V :
moral, carácter, costumbres) es la ciencia que trata de la moral, de su origen
y desarrollo de sus reglas y, sobre todo, de las normas de conducta de los
hombres, de sus deberes hacia la sociedad, hacia la patria y el estado.
Es precisamente este hombre
el que ha logrado que en los últimos años tanto la ciencia como la técnica
hallan logrado un avance vertiginoso. Ello ha traído como consecuencia la
aparición de un nuevo paradigma: La Tecnología de la Información (TI).
Este vertiginoso desarrollo
ha incidido de forma directa en las relaciones entre las personas y, por ende,
entre los profesionales, así como en sus estrategias económicas y políticas.
Debido a que son estos
profesionales los autores de los sistemas que mueven las Tecnologías de la
Información ellos juegan un papel determinante, pues de su actuación se deriva
el aporte de beneficios o de daños, o la influencia en otras personas para que
actúen como ellos, esto ha devenido en un problema que atañe a toda la
sociedad.
En nuestra sociedad, como en
otras tantas, la formación de estos profesionales pasa por las manos de los
profesores en escuelas y universidades, los que, de una u otra forma los
modelan para entregarlos a la sociedad y que allí reviertan lo que se ha depositado
en ellos.
2.
Ciencia y Sociedad
Es bien conocida la idea de
que la ciencia es un sistema lógicamente estructurado de conocimientos
verdaderos, y que su objetivo o propósito fundamental consiste en descubrir las
leyes objetivas de los fenómenos y encontrar la explicación de ellos.
Pero también se sabe que
todo conocimiento, por teórico que sea, está en relación directa con todos los
aspectos de la vida, en relación directa con las personas. Es irrefutable que
este conocimiento que muestra la realidad también condiciona la posibilidad de
influir sobre la misma. Por ello se puede afirmar que todo conocimiento
científico tiene una relación directa con el hombre.
Es por ello que la actitud
frente a la ciencia, por necesidad, constituye una actitud frente al hombre y
por ello involucra el aspecto moral.
De ahí que toda actividad
científica deba orientarse por el reconocimiento del individuo como valor
supremo, pues es precisamente el ser humano, su vida, su bienestar y salud, su
cultura, su libertad y progreso, quien le confiere sentido real a la ciencia.
[López, 1994]. De no ser así el actuar del hombre de ciencia se convierte en un
problema social.
Para la ciencia las teorías
científicas son fundamentales pero ello es sólo una parte de sus resultados.
Esos resultados se alcanzan en virtud de una práctica social. Todos esos rasgos
transparentan la naturaleza social de la ciencia, ya que son procesos y
entidades sociales que sólo se pueden explicar en relación con el contexto
social que los condiciona [Núñez, 1999].
Con la tecnología sucede
idénticamente. Esta es mucho más que una suma de aparatos cada vez más caros y
sofisticados; sino que es una práctica social que involucra conocimientos,
destrezas, recursos humanos y materiales, valores e ideologías [Núñez, 1999].
De ahí que los cambios
tecnológicos, experimentos sociales en sí, requieren de control social. Por
ende la visión que deben tener los actores de la ciencia y la tecnología
necesita ser educada en principios que respondan ante la sociedad, es decir, éticos.
La ciencia y la tecnología
aparecen y se desarrollan gracias a la actividad práctica de los hombres, a su
relación social.
La educación de los
profesionales, de todos en general y, específicamente de aquellos que manipulan
las Tecnologías de la Información, debería fundarse en la idea de que ciencia y
tecnología son procesos sociales, y no verdades y aparatos al alcance de todos.
Se plantea, pues, ante la
humanidad un problema que nos involucra a todos. Su parte más oscura reside en
criterios que intentan fundamentar teóricamente una actitud evasiva por parte
de la ciencia y los científicos en relación con la responsabilidad por el uso
de sus resultados. De esta forma se plantea que no se puede pensar en la
existencia de algún gran descubrimiento científico que en principio no pueda
tener una u otra aplicación con fines inhumanos.
O sea, que un mismo
resultado científico, puede tener diversos destinos, utilizarse para el bien
del hombre o para su destrucción.
La historia de la física, la
química y la biología pueden aportar ejemplos.
¿Qué decir ante tamaña
excusa?
Sería totalmente injusto
culpar hoy a Einstein, a Mendeleiev o Pasteur por la bomba atómica, las armas
químicas, o la guerra bacteriológica. Pero también sería inadecuado, sobre esta
base, exonerar totalmente de responsabilidad al científico y a la ciencia
cuando esta es guiada de antemano por una finalidad antihumana, como ocurre en
el caso de la actividad científica vinculada a la gran industria de guerra
imperialista, en la aplicación de guerras bacteriológicas, de la cual hemos
sido testigos, en la utilización de proyectiles con uranio empobrecido y en
toda una serie de acciones que día a día se aplican en el mundo contemporáneo.
La ciencia carecerá de
sentido si no se fundamenta en el principio del humanismo, pues ella debe
reconocer al hombre como valor supremo.
Es precisamente el hombre,
su vida, bienestar, salud, cultura, libertad y progreso, quien le confiere
sentido a la ciencia [Clark, 1999].
El desarrollo de las TI es
de tal envergadura que las invenciones nuevas hacen prácticamente obsoletas los
existentes hasta hoy. Se vislumbra, una nueva era. Este vertiginoso y
ascendente movimiento de las TI, ha motivado el cambio del paradigma
tecnológico, el que deja de tener como base al petróleo y es entonces la
información quien viene a situarse en su núcleo.
Es así como las relaciones
interpersonales cada vez son menos cercanas, al tener la posibilidad de, a
través de una computadora, poder recibir diferentes servicios (teletrabajo,
telecompra, educación a distancia, correo electrónico). Igualmente al tener una
interrelación con sus compañeros de trabajo a través de la computadora, cada
vez la confrontación personal es menor y se pierde el concepto de colectivo
laboral.
No se quedan atrás las
relaciones interprofesionales. Con un mayor uso de estas tecnologias las
relaciones del profesional de las TI se amplian cada vez más, lo que conlleva a
que su actividad se diversifique y penetre, con una profundidad nunca antes
vista, en otras profesiones.
Ni que hablar entonces de su
estrategia tanto económica como política ya que cada vez más las TI inciden en
la prestación de servicios, que es a la vez el sector que produce los mayores
dividendos en las producciones económicas nacionales de los países
desarrollados, e incluso de otros que no lo son, y, como es harto sabido, si se
tiene el dominio de la economía se logra el dominio político.
Y todo esto producto de que,
dado el uso de las TI, no hay enfrentamiento personal, cara a cara, y,
escudándose tras una tecnología, se miente, se tergiversa, se aplasta si es
necesario, a su interlocutor, si así se le puede llamar, rompiendo con los más
elementales principios de la ética. ¿No es esto acaso un problema social de
considerable envergadura?
3.
La Honestidad: cualidad moral imprescindible.
Teóricamente, todo lo que
obstaculice el conocimiento de la verdad, la altere o impulse premeditadamente
hacia la mentira, resulta amoral y, por ende, no ético. Por otro lado, la
valentía en la oposición al engaño, a la falsedad, al prejuicio, debe primar en
la conducta y actividad profesional del científico, unido a la sabiduría y
objetividad en la expresión de la verdad. Esto, a su vez, exige del científico
asumirla como valor principal que guíe su actividad. En este sentido, la
honestidad hacia sí mismo y hacia los demás, deviene en cualidad moral
imprescindible para la eficacia científica y, en definitivas, para su quehacer
profesional, lo cual demuestra una actitud ética ante su actividad.
El rigor profesional en las
TI está unido indisolublemente a la honestidad personal del profesional. El
respeto a la propiedad intelectual debe convertirse en principio rector de su
atención. Copiar programas, base de datos y atribuirse su creación, así como su
venta ilícita son actitudes deshonestas y poco profesionales. La creación
científica sólo es legítima cuando surge como resultado del esfuerzo
investigativo, de la autosuperación y el trabajo constante.
4.
Responsabilidad individual y social
En los marcos del actual
paradigma de la información el profesional de las TI asume una gran
responsabilidad, no sólo individual, sino social.
La sociedad pone en sus
manos las más avanzadas tecnologías de la manera más racional y eficaz posible.
Es su deber lograr un producto de óptima calidad y altamente fiable para
contribuir de manera eficiente a la toma de decisiones, lo cual implica una
exigencia en grado sumo de la responsabilidad que debe asumir ante estos retos.
La ineficiencia, la alteración de datos, la indiscreción en la manipulación de
información, no sólo atentan contra la seguridad social, sino que constituyen
actos éticamente reprochables desde el punto de vista profesional. Del mismo
modo, el uso inadecuado de la información o la desinformación con fines
nocivos, egoístas, individualistas o subversivos, nada tiene que ver con la
profesionalidad y denotan un alto grado de irresponsabilidad hacia los deberes
de cada profesional.
5.
Casos anti-ética
La no observancia de reglas,
deberes y derechos por parte de profesionales, ha dado lugar a que no pocos se
hayan visto involucrados en graves problemas éticos en que ha tenido un rol
protagónico las TI.
Se cuestiona el riesgo que
representa la utilización de las TI en lo que concierne a la vida privada y la
libertad de las personas, ya que mediante ellas se puede tener acceso
incontrolado a datos e informaciones de las personas, poniendo en conocimiento
de extraños, cuestiones tales como su estado de salud, situación financiera o
familiar, opiniones de cualquier tipo y hasta sus hábitos de consumo,
reflejados en la computadora del supermercado [Clark, 1999].
Es decir que dentro de las
TI la vida privada será un lujo. Si estuviéramos dispuestos a renunciar a la
privacidad a cambio de comodidad, nuestra vida cibernética nos hará añorar el
anonimato del pasado [Cerf, 2000].
Un ejemplo se tiene en el
uso de las tarjetas de los clientes de las cadenas de tiendas. El cliente al
poseer esta tarjeta obtiene determinados beneficios "gratuitamente",
tan solo llenando una planilla con los datos personales e información de la
cantidad y edad de los integrantes de su núcleo familiar. Estos datos se
registran en una computadora, de esta manera cada vez que la persona compra, la
cadena conoce los hábitos de consumo de cada uno de sus clientes, lo cual puede
ser manipulado por las tiendas para el ofrecimiento de productos que, de
antemano, sabe que serán adquiridos por este consumidor, violando así su
privacidad.
¿Acaso estos ejemplos no nos
muestran una total falta de ética en el uso de las TI, constituyendo un
problema para la sociedad?
6.
Internet: un caso especial
Un caso especial lo
constituye Internet.
Empresas, medios de
comunicación, entidades gubernamentales, universidades, partidos políticos,
personas, etc. colocan sus páginas de información, las cuales se difunden en el
mundo entero.
Ante este nuevo reto se
necesita una política inteligente que permita al país los beneficios de esta
tecnología, que mantenga, ante cualquier adversidad, una actitud ética en su
accionar.
Un ejemplo de cómo se influye
negativamente en otras personas se presenta en PC MAGAZINE, la prestigiosa
revista de Informática, donde se ofrece propaganda sobre programas y juegos por
computadora de tipo erótico. Esto pone de manifiesto falta de ética profesional
en esa revista.
La tesis esgrimida de la
libertad en el flujo y en el tipo de información solapa la realidad de una
moral basada en intereses de tipo comercial y donde los valores y la ética
profesional son pasados por alto.
En muchos casos se genera
adicción a sitios dedicados a la pornografía, incluso en niños, esto lacera lo
más hondo de los sentimientos humanos, cuando en vez de educar se deforma,
conscientemente, el futuro de la humanidad, violando el más elemental sentido
de la ética y trayendo consigo problemas sociales de alcance incalculable.
En un estudio reciente en el
que participaron unas 200 personas que se conectaban por primera vez en
Internet; los resultados revelaron que cuanto más tiempo pasaban las personas
conectadas, menos tiempo dedicaban a sus familias, su círculo social se reducía
y comenzaban a sentirse cada vez más solos y deprimidos [Shapira, 2000].
La cultura de la pantalla es
un mundo de flujo constante, de sonidos infinitos, de cortes rápidos e ideas a
medio madurar. Es una corriente de rumores permanentes, de titulares de
noticias y de primeras impresiones volátiles. Las nociones no son autónomas,
están masivamente interconectadas con todo lo demás. La verdad no sale de la
boca de los autores y autoridades: el público se encarga de crearla, tergiversando
los códigos que aparecen en pantalla, cosa que no pueden hacer con la ley. Sin
embargo, el código influye en el comportamiento tanto como la ley, o incluso
más [Kelly, 2000].
Es preocupante la gran
cantidad de dinero que se destina al desarrollo de la alta tecnología y lo poco
que se destina a estudiar cuál es su efecto en las personas. [Shapira, 2000].
En resumen, de Internet
podemos decir que no es el resultado científico el que está diseñado para, por
ejemplo, atacar a un estado soberano o difundir pornografía, sino que el
hombre, falto de la más elemental ética, aprovecha esas posibilidades en
beneficio propio y le impregna al resultado científico su propia ética
personal.
Una solución para esta
problemática no parece estar muy cercana. Cuando en 1992 la actual
administración norteamericana habló de que un paso ineludible en el desarrollo
seria la creación de las "autopistas de la información" quizás
imaginaba que podría controlar las mismas. Sin embargo, como ya se explicó,
Internet es una entidad sin límites. De manera que se necesitará un gran
esfuerzo para que el trabajo de la misma esté dentro de normas que no puedan
servir a intereses egoístas, se reafirma con ello cada vez más que se torna
complejo y constituye un problema social provocado por el desarrollo de la
ciencia y la tecnología.
7.
Los virus. Un punto y aparte
Un punto aparte lo
constituyen los virus informáticos.
Los virus informáticos, son
el resultado del trabajo mal orientado de especialistas sin ética profesional
que corrompen y destruyen no sólo valiosas informaciones, sino también
destruyendo valores éticos y morales, que pudieron haber sido sembrado en ellos
alguna vez.
Teniendo en cuenta la
cantidad de estos programas malignos, que han tenido un vertiginoso aumento, es
evidente el peligro que se corre si no se toman medidas al respecto.
Se planteaba al principio
que el problema radica en personas sin ética profesional, pero ya en estos
casos no se trata de la mala manipulación de la ciencia por una persona, sino,
que en estos momentos los creadores de estos programas malignos desarrollan
programas para "generar virus", de manera que cualquier aprendiz sea
capaz de crear un virus.
Un aspecto de interés en el
caso de los virus informáticos, es que estos pueden diseñarse incluso para
afectar directamente a terceros, lo cual es la muestra más evidente de la
importancia de la ética de la profesión.
En otro orden del desarrollo
de la ciencia y la tecnología, se están abriendo, cada vez más, nuevos
horizontes hacia la nanotecnología. Desde que en 1959, Richard Feynman, quizá
el físico teórico más brillante desde Einstein, predijo en una conferencia que
un día sería posible construir máquinas tan diminutas que estarían formadas de
sólo unos pocos miles de átomos, la carrera en pos de alcanzar la supremacía en
este campo es cada vez mayor .
Mediante la nanotecnología
sería posible construir las cosas más diminutas imaginables, usando moléculas e
incluso átomos, en lugar de ladrillos.
Esto, a su vez, ofrecería la
posibilidad de construir prácticamente cualquier cosa.
¿Qué sucedería si alguien
decidiera crear un arma nanotecnológica?, una dantesca posibilidad que, en
comparación, haría que los virus actuales de las computadoras fueran un juego
de niños.
La nanotecnología podría
convertirse en la tecnología dominante del siglo XXI [Lemonick, 2000].
Las posibilidades que brinda
son enormes, pero está en el actuar del hombre, en su responsabilidad y ética,
que los frutos que se recojan de ella sean para su beneficio y no para su
destrucción.
Para regular la conducta
moral de los distintos profesionales en su quehacer y en sus relaciones surge
el Código de Ética Profesional, que es un conjunto de principios, normas y
exigencias morales adoptadas en un medio profesional determinado [López, 1994].
Puesto que representa el
consenso de la profesión en cuestiones éticas, es un medio para educar, tanto a
los futuros profesionales como a la sociedad.
En este campo se han dado
algunos pasos y en la actualidad ya existen en el mundo asociaciones de profesionales
de las TI que cuentan con su código de ética. Se han creado, además, Comités de
Ética, que tienen como objetivo controlar su cumplimiento.
En Cuba, es muy común ya que
cualquier cuadro administrativo, al tomar posesión de su cargo, se adhiera al
Código de Ética de su profesión, lo cual es expresión del progreso moral
alcanzado por los profesionales en nuestro país.
Pero esto no basta.
Como es conocido las TI son
aplicables en cualquier campo, sea del arte, la ciencia, la tecnología, la
medicina etc., y, por el impacto que las mismas tienen a nivel mundial y la
importancia dada por las máximas autoridades nacionales, se hace necesaria la
aplicación de un Código de Ética en el cual se comprometan todos y cada uno de
aquellos que hagan uso de las TI, de forma tal, que sea inherente de su actuar,
sea cual fuere el campo profesional en que se mueva el individuo, ante el cual
deba responder, si es necesario ante la justicia, al comprobar que se ha
infringido dicho Código.
A los profesionales de la
educación nos corresponde un papel primordial en la formación de los
profesionales del mañana. Por ello estamos ante el deber ético de ir sembrando,
desde las aulas, esta responsabilidad y esta conducta en los estudiantes que
conformarán mañana ese ejército de profesionales que tendrán en sus manos las
TI.
El profundo conocimiento de
una tecnología en las manos de profesionales que consideren su trabajo desde el
punto de vista moral como neutro, es decir, que el resultado de su trabajo no
se asocie al hombre, conduce inexorablemente a una degradación del producto
resultante de este trabajo, profundizándose más el problema social que resulta
del desarrollo de la ciencia y la tecnología, cuando no se aplica éticamente.
8. Una propuesta de solución al problema.
La división social del
trabajo y el proceso de especialización de los individuos, en actividades
concretas no sólo dio origen a las profesiones, sino al establecimiento de un
sistema de relaciones entre sus miembros. A esto se le conoce como ética de la
profesión. Con este concepto se refleja, sobre todo, la medida en que las
nociones morales de determinado grupo profesional se corresponden con los
juicios, valores y valoraciones morales de las masas.
Para regular la conducta
moral de los distintos profesionales en su quehacer y relaciones surge el
código de ética profesional que es un conjunto de principios, normas y
exigencias morales adoptadas en un medio profesional determinado [López, 1994].
Es bueno aclarar que dicho
código no está simplemente orientado a identificar la naturaleza de los actos
cuestionables, sino que también tiene una función educativa. Puesto que
representa el consenso de la profesión en cuestiones éticas, es un medio para
educar, tanto a la sociedad como a los futuros profesionales, acerca de las
obligaciones éticas de dichos profesionales [Gotterbarn, 1999].
Desde luego que una única
solución no existe para los problemas tratados aquí. Es por ello que planteamos
una serie de principios, en los cuales se basarían los códigos de ética que se implanten
en cada instancia:
9.
Principios
Cuales serían, en parte, los
principios que debieran conformar este Código de Ética se proponen a
continuación: [Miranda y Ruiz, 1999].
Aceptar la completa
responsabilidad de su trabajo.
Ejercer su profesión sobre
la base de la subordinación de los intereses individuales a los sociales.
Considerar el servicio a la
sociedad no sólo como derecho, sino como un deber y una responsabilidad.
Poner sus conocimientos y
habilidades en función tanto del desarrollo del país como del bienestar social.
Comportarse, en todo
momento, con sencillez, modestia, honestidad y lealtad.
Garantizar la calidad de la
obra que realice o el servicio que preste.
TECNOETICA
Tecnoética no viene de ética
tecnológica, sino de la palabra griega noetikos, que significa mente. Por lo
tanto, tecnoética representa el punto de encuentro de la tecnología y la mente.
El encuentro de la física de
la información con la biotecnología, una forma de cultura post-biológica. Esta
combina la conciencia con la tecnología, lo antiguo con lo moderno, lo
espiritual con lo artificial y lo cósmico con lo cultural. Usando una metáfora,
es un medio húmedo, que combina la sequedad de la tecnología con los líquidos
de la vida. Un componente importante de este concepto es la cibercepción, una
facultad emergente, que nos permite pensar más rápido, profundizar en la
materia y en el espacio y hacer invisible lo visible. En otras palabras, la
conciencia es redefinida y por ende la realidad se redefine. De hecho el cine
ya explora estas ideas en películas como Matrix o DarkCity. ¿Qué es la
realidad? Algo absoluto o es sólo lo que sentimos o creemos que sentimos.
Es la rama de la ética que
estudia lo relacionado a la tecnología.
Estudia los problemas
morales que se presentan en el desarrollo tecnológico, evaluando el beneficio
que aporta un nuevo invento y las consecuencias que tendrán en el medio
ambiente o en los individuos.
Un ejemplo puede ser
cuestionarnos si la tecnología nos beneficia realmente o solo nos hace las
cosas fáciles entorpeciendo nuestro desarrollo.
COMPORTAMIENTO ÉTICO DE LA TECNOLOGÍA
Las personas con formación
profesional deben estar consientes que, gracias a su preparación, pueden ocupar
cargos que imponen responsabilidades especiales, como mantener la confidencialidad
de sus clientes, que no tendrían si no estuviesen ejerciendo su labor de
tecnólogos. Además, el aumento de la importancia de tecnologías como los
computadores y las redes en la sociedad actual obliga a los profesionales a
meditar sobre ¿cuales deben ser los lineamientos éticos que deben seguir para
su uso?
Las diferentes profesiones
tienen un código de ética establecido, esto con el fin de mostrarles lo bueno o
malo que pueden ejercer en su carrera. De cada profesional, tecnólogo depende
un comportamiento ético ante la sociedad a la cual se va a desempeñar,
dirigiendo su responsabilidad de diferentes maneras, ya sea dando la mejor
solución y lo mejor de si para un desempeño intachable o tal vez escoger el
camino fácil y jugar con su nombre, imagen, y demás colegas en el campo.
Tener conocimiento de
nuestro código de ética nos permite crear una imagen, un nombre, una
credibilidad a mis servicios, esto nos ofrece confianza y autonomismo en la
hora de presentar nuestro portafolio al cliente. El partir de una buena imagen
es el inicio de una carrera con éxito.
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